VILLA HERÓICA
- Paco Murillo Font
- 25 sept 2017
- 1 Min. de lectura
El mandón muy confundido
al oír tal gritería,
le pidió a sus edecanes
retener la romería
Venia a reinaugurar
casa hechas por Lusinchi,
las pintaron, las techaron,
tocaba celebrar con bonche
Al lado de su carnal Mata
recorría la barriada,
la reunión parecía
estar muy bien ambientada
Entendiendo que los gritos,
las cacerolas y ollas,
anunciaban bienvenida
no repudió a su macolla,
Se bajó de la blindada
y caído de la mata,
comenzó a dar brincos
antes el asombro de Mata
Gobernador Mata Figueroa
muy asustado, por cierto
le gritaba alarmado
no estamos en un concierto
Un fuerte cacerolazo
a Maduro están brindando,
las ollas y los sartenes
ben fuerte están sonando
Se eleva más la protesta,
se enciende la algarabía
por fin, Maduro entiende
que es por él la porfía
Alerta se pone el tipo,
de miedo todo se riela,
cuando por fin se da cuenta
ofrecen darle una pela
El pueblo de Villa Rosa
en la calurosa noche
sale todo a protestar,
Maduro busca su coche
Antes de poder pirarse
recibe un cacerolazo,
convertido en basilisco
ofrece dar “carajazos”
Ya enardecida la gente,
lo que quiere repudiarlo,
le gritan ¡no te queremos!
la guardia viene a salvarlo
Las calles están atestadas
de vecinos protestando,
mientras el mandón prosigue
con su brújula sin mando
De vueltas, va y viene,
duda que lo rechacen
“pues no es fuente ovejuna”,
Claro está que no lo quieren
El caso se hace viral,
vuela por todas las redes
por los twitter y whatsapp,
murales en las paredes
La gente ahora tranquila
después de volverse loca,
regresan pronto sus casas
a la nueva “Villa Heróica”
Paco Murillo Font.





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