UN TONTO PROBLEMA
- Paco Murillo Font
- 13 nov 2017
- 6 Min. de lectura
A: Jocelyn Prato.
Leonardo Padrón.
No estaban allí presentes
cuando se armó el zaperoco,
policías y militares
parecían vueltos locos
Jocelyn no entendía
porqué duro la pateaban,
cuando varias policías
sin razón la esposaban
Mientras tanto, un militar
muy sínico le espetaba:
“tranquila mija, tranquila
esto muy pronto se acaba”
“Es un problema tonto,
un tonto problema”, expresó
“en cualquier momento
te soltamos, te lo digo yo”
Después de tan triste frase
transcurrieron muchos días
con sus respectivas noches,
descubriendo cuanto sucedía
En carne propia vivían
violación a sus derechos,
golpes, humillación, maltratos
desconociendo mil hechos
Fue en Cayo Sol, Falcón
el incidente ocurrido,
miles de temporadistas
protestaron a Maduro
Una pita estruendosa
de parte de aquel gentío
combinada con botellas,
ofensas, arena y griterío
Repudiaban la ministra
de turismo; por más señas
esposa de cabello,
lo cual era su enseña
La acompañaba Stella
gobernadora del estado,
y por culpa del rechazo
huyeron a paso raudo
Nadie planificó la pita,
era el país vejado
dándole rienda suelta
al dolor acumulado,
al poder que no le gusta
sentirse tan humillado,
respondió tal como es
con ímpetu reprimiendo
Cayo Sol fue invadido
por ingentes bandadas
de policías y soldados,
a vengar las ofendidas
Para sorpresa de todos,
la rabia llegó en barco
para cambiarle la vida
sin motivo, a Jocelyn Prato
Un playaso a su sobrina
de seis meses, interrumpido
cuando fue avisada
de su hermano detenido
Incluida Jocelyn Prato,
todos corrieron a buscar
el restaurant donde estaba
Joan, que no pudo escapar
Él se asomó a mirar
por qué tanto militar,
sin querer tropezó un civil
resultó ser coronel
Se impactó al encontrarlo,
en cuclillas y esposado
ante un sargento violento
y con fúsil apuntado
Ya lo contó con dolor,
por su airado reclamo
la golpearon con los pies
en la cara y las manos
Cinco minutos inconsciente,
un brazo le fisuraron,
otro arañado de tigre
en la playa la arrastraron
“Lloraba desesperada
mi mamá”, se lamenta
mientras el recuerdo
le atraviesa y la revienta
Más tarde en el comando
la guardia con tres detenidos
supuestamente inocentes,
culpables de haber pitado
Le ofrecieron liberarla
apenas se diluyera
el rollo; nunca ocurrió
continuando la tragedia
El procáz capitán informó:
la orden era repletar
de bombas lacrimógenas
la playa y resto del lugar,
y apresar a todo mundo,
pero el cayo estaba
a rebozar de infantes
y ello no lo permisaba
Jocelyn mostraba el ticket,
a la playa habían llegado
mucho después de la pita
y éste dato fue ignorado
“Joan me veía y lloraba,
yo no entendía nada
hasta que me vi la cara
toda desfigurada”
Cuando comenzó a vomitar
se preocuparon un poco,
fueron a Chichiriviche
el hospital era un charco
Marcharon hasta Tucacas,
al verla los médicos así
se alarmaron suficiente
y entraron en frenesí
Le drenaron la herida,
el brazo se lo enyesaron,
hicieronle varias placas
los doctores se asustaron,
un médico indignado
la quería hospitalizar,
pero el otro acobardado
los líos, quiso evitar
Todos insistían igual
“era un problema tonto”,
Claramente equivocados
Lo sabrían muy pronto
Continuaban detenidos
aún en trajes de baño,
descalzos, llenos de arena,
era sábado y con daños
Querían asearse bien,
cepillarse los dientes,
capitán los maltrató
y de eso ni pendiente
Solo al cambiar la guardia
lograron la compasión
de un militar permisivo,
familia trajo nutrición
Jocelyn llama “monstruo”
al capitán; los usó
como falsos positivos
para lograr un ascenso,
“nos gritaba” dice Jocelyn
“si los agarro con drogas,
me pagan cualquier güevonada
y los dejo ir”, bramaba,
“pero se metieron con
la esposa del jefe”,
cuenta ella asustada
y con la voz en quiebre
Un ataque de asma
los nervios le provocaron,
como tenía bombita
se salvó del vaporón
La revisó el forense
con mucha delicadeza
encontró hematomas, fisuras
de toda naturaleza
Lo colocó en el informe,
y el capitán furioso
con la cólera a millón
en un dos por tres lo rompió,
“¿ustedes creen que yo
estoy jugando carritos?”
preguntó desgañetado
ante estupor de toditos
Al final, reza el expediente:
Jocelyn fue capturada
con un coco en la mano
para lanzarlo a la ministra
Solícitos abogados, prestos
del Foro Penal, en su llegada
“tranquila aquí no hay nada,
de libertad no quedas privada”,
“menos para trasladarte,
no es tanto, para un penal”
pero no fue lo acontecido
aquel trágico domingo
“No es para trasladarlos
presos para un penal”
ese domingo a las cinco
acudieron al tribunal,
Jamás hubiesen pensado
lo que se avecinaba,
un gran nefasto poder
sin razón los atrapaba
Supuestamente tranquilo,
día feriado por sagrado
no asistieron a misa
genuflexos magistrados
La fiscal con gran descaro
la signó de “guarimbera
jefe” en el estado Tachira,
de forma muy retrechera
Su prontuario “in crescendo”,
la fiscal decía insidiosa:
“los cinco por ser gochos
tienen relación peligrosa”
Cuando recibió llamada
no se lo pensó al decir
“claro que van para el hueco
yo e los prometí”
La jueza conmovida
se encontraba nerviosa,
pero igual los sentenció
estaba inmersa en “la cosa”,
“van privados de libertad
por cuarenta y cinco días”
mientras las averiguaciones
quedan esclarecidas
Cuando la fisca sonrió
solo pensaron igual,
“estamos hundidos todos
nos llevan para un penal”
El lunes en la mañana
la faz de Jocelyn golpeada
presente en todas las redes,
su foto era mostrada
Se convirtió su caso
en tendencia general,
la trasladaría Coro
a encanarla en el penal
Tan furioso el capitán
por la foto en cualquier parte,
“te voy a joder la vida”
Jocelyn baja la voz, aparte
Le cuenta a Leonardo
con pena y también decoro
cosas muy feas pasaron
entre el señor y yo en Coro
Estábamos en un café
cuando conversamos,
el ambiente se turbió
ambos nos perturbamos
El relato es pesadilla
conoció gente llorando
cumplir cuarenta y cinco días
llevan tres años esperando
Un gentío de toda ralea
incursos en asesinatos,
secuestros, violaciones
y decenas de maltratos,
Jocelyn signó la cárcel
de ser un cementerio
con seres vivientes,
solo les falta velorio
La cárcel tétrica era,
las celdas sin barrotes
cerradas herméticamente
como en el mar los galeotes
Reclusas rogando comida,
auxilio pidiendo pávidas
aullando como locas
bastante desesperadas,
“aquí muero” pensó Jocelyn
“yo no voy a aguantar esto”,
continuaba asustada
y encontrados sentimientos
Leonardo escribió
“era el inframundo”,
continuó el relato Jocelyn
con su dolor profundo,
“al ser abierta la celda
una mujer desnuda
cayó rodando a mis pies,
totalmente dormida
Recostada a la puerta”,
ocho mujeres en cueros
porque el calor hervía
los cincuenta sobre cero,
había una sola cama
de cemento fabricada
donde dormían en parte,
otras a la poceta apoyadas
Desayunó al día siguiente
un trozo de pan duro
como del año doscientos,
con agua de fororo,
“apenas fui al baño, vi
que mi orina y mi sangre
tenían heces”, pitaba
su asma como bocina
Vomitó sangre también
y se desmayó del susto,
la llevaron al hospital.
No concluyó el asunto
Un riñón dilatado a golpes
y otros daños de muestra,
lo cual nunca fue óbice
para volver a galera
Tomaba agua del grifo
con sabor a creolina,
igualmente a oxido
sin ninguna medicina
Sigue Jocelyn narrando
“allá es famoso el arroz
de cementerio, así le dicen”,
una historia muy atroz,
continúa con mucha pena
“es un arroz con pollo,
pero con puro hueso”
va explicando el rollo,
“son los restos del pollo
que se comen los guardias”
no importaba la salud
¿por qué alguna salvaguarda?
La carne era de burro,
la noche apta para cazarlos
se escuchaba a los guardias
tras ellos para matarlos
Un día comía pasta
el plato tenía gusanos
sacó bocado de la boca
igual contenía helminios
Cuenta, “no quise comer más,
pesé treinta y cinco kilos,
los frijoles venían nacidos
o con animales ¡Que malo!”
Su padre diariamente
le llevaba comida
pensando entregársela,
no le daban entrada
La directora del penal
le exigió que su papá
no fuera más a la cárcel,
ella replicó: “llámalo tú,
y dile que deje de ser
buen padre”, entonces
la directora sembró
inquina y falsos rumores,
“la interna del caso político
va a ser mis ojos aquí”
“me declaró oficialmente
enemiga de las reclusas, así”
Al día siguiente una
la arrinconó y espetó
“¡Eres una sapa!” tenía
“te odio mamá” tatuado
Una advertencia falaz
cruzó sus tímpanos
“si te veo en algo te pico”,
seria amenaza con tino
En el tribunal declaró
la comida descompuesta,
un ojo le sangraba
se le notaba maltrata,
sus treinta y cinco kilos
evidentes y penosos,
su hermano también habló
de asunto tan doloroso
Luis Betancourt, del Foro Penal
hizo público el proceso,
funcionó la presión
e igual lo oficioso
La ministra les dijo
que si querían libertad
renunciaran a la
defensa del Foro Penal,
“y recibir defensa pública”
Así lo cumplieron,
mejor dicho, con dudas
que hacerlo tuvieron
Joan y Jocelyn están libres
en régimen de presentación
cada 60 días en Tucacas,
sin alguna lamentación
A estas alturas, sin haber
audiencia preliminar,
si son culpables o no
falta por determinar
Dormía con sus padres
mucho, los primeros días,
despertaba en crisis de llantos
que tarde disiparía,
“mamá me dice que aún
en las noches hago el gesto
de sacudirme cosas del cuerpo”,
continúa con sobresaltos
“Era la costumbre de quitarme
las cucarachas de encima,
había muchas en la cárcel”
el recuerdo la ensimisma
Y sigue contando con asco,
escurriéndose en palabras
“al salir caí en depresión
quedaba encerrada en casa”,
“no quería ver a nadie”,
cuestionaba qué había hecho
en vida para merecerlo,
el sentimiento deshecho
No olvidar el detalle,
Joan y Jocelyn no estaban
durante el abucheo masivo,
que ahora todos cuentan
Fueron testigos palpables
el lanchero, el de “inparques”,
el dueño de la casa vacacional;
no los dejaron presentarse
Como siempre en estos casos,
alguien con muchos posibles
y por supuesto “importante”
necesitaba culpables
Es la historia increíble
de una joven estudiante
de Ingeniería Petrolera
por vacacionar en la playa,
le cambiaron la vida
tenía un buen trabajo,
se iba a casar con el novio
lo perdió todo, se fue abajo
Acostumbrados a olvidar
se diluyen titulares
que causan indignación
y hasta bastantes pesares
Actualizamos la ira
con novedosos abusos
y atropellos por montón
en este mundo obtuso
Muchos escombros en ruta,
gente con vida distinta
también con el alma rota
buscando virar la meta
Mientras el miedo trabaja
fabricando nuevas victimas
la atención es volcada
hacia próximas noticias
Para Jocelyn no existe
ni existirá el olvido
nadie podrá contarle algo
para ella parecido
Atragantada en la sangre
una pesadilla mantiene,
que solo su juventud
podrá ver si la detiene
Para nosotros, dice Leo
anécdota envejeciendo
pero en su corazón
el dolor sigue latiendo
La historia de Jocelyn Prato
es su testimonio sumo,
versión de “un problema tonto”
convertido en tendencia
en redes sociales pronto.
Un día de Agosto de 2015
___________________________________________
Pero es más, mucho más
es crónica testimonial
envuelta en un tremedal
cenagoso, inmoral y criminal
Hecha por un escritor
que con su confort rompe,
se aleja de la alienación
y con pasión irrumpe,
para transmitir realidades
vivencias existenciales
de un país acosado,
perseguido por mil males
No conozco a Leonardo Padrón
pero lo leo; lo que puedo,
algo logro conseguir y así
lo sigo con atención y denuedo
Persigo su conversión
de hombre de televisión,
de excelente entrevistador,
de poeta pleto de intelección,
a militante de un país,
no de otro; de su país
envuelto en oscuridad
oscura neblina de raíz
Convertido en activista
imperturbable, digo
pero perturbador, pienso
sin transacción me arreglo
Solo alguien como observo
puede captar tanto dolor
y hacer una crónica
transmisible del horror
Claro que también poeta
transmutado en atlante
de tiempos escabrosos,
para ver hacia adelante,
y escribir sobre el país
negando falsas realidades
de los corifeos mandones
convertidos en mercaderes
Por la cognición lejana
del poeta descrito,
hay atracción literaria
por sus valiosos escritos,
debo confesar sin tapujos
para mì; fue provocadora
tan dramática crónica
sumamente aterradora
Muchos casos conocidos
más serán los ignorados,
pero este me conmovió
hasta déjame herido
Por ello, solo por eso
me tomo la libertad
con mi libre albedrío
ante monstruosa verdad,
tratar de hacer con respeto,
solo una aproximación
de crónica a poema épico
¡perdón Leonardo Padrón!





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