CONJURO DE JARA Y ALLENDE
- Paco Murillo Font
- 19 mar 2018
- 2 Min. de lectura
Mantenía entre las manos
el cantor su guitarra,
cuando de dos sablazos
rodaron sin compasión,
ambas cayeron al campo
el mundo aulló de dolor
Ese fatídico día
el futbol no se jugó,
hubo infame represión
además de romper almas
asesinaban la ilusión
El universo asombrado,
todos muertos de estupor
viendo sacrificar el ánima
de utópica solución
La sangre de “los tocones”
derramada sin cesar
enrojeció la grama verde
del Estadio Nacional,
sin poder acallar nunca
el canto de un pueblo herido
resistiendo al opresor
Allende ya había muerto,
Víctor Jara lo sufrió
mas que los tajasasos
que en sus manos soportó
Cuando las palmas rodaron
no hubo silencio alguno,
cien mil hombres en el campo
volvieronse vendimia
pensando en liberación
Extendido fue el clamor
enfrentado a los esbirros,
masacradores de ideas
jamás de la libertad
La guitarra cantautora
contestataria sin par
su sonido de reparo
hasta los cielos voló
Sus acordes continuaron,
la lucha fue la respuesta
entonando el canto señero
que Allende solicitó
Recorrer nuevamente
las hermosas alamedas
de Santiago en esplendor,
con la vuelta de la paz
liquidado el opresor
Compararse, el tirano quiere
con Allende superior
y brama con gran descaro
que él no es dictador
Supuestamente llegaron
a observar, unos chilenos
“esta hermosa democracia”
representada por él,
marchándose muy contentos
“nada que ver con Pinochet”
Maduro, ni tú lo crees
que cinismo, que tupé
no tiene límite alguno
tu mala fe y condición,
cuando tan tranquilo dices
gobernar quieres cien años
y en las casas no hay café
El adalid de Tomás Moro
instará con gallardía
“señor no me compare”,
Chile volvió a la vida
Igual a la democracia
No existen la medicinas
para sanar los enfermos,
ni alimentos para nadie
eso lo sabes muy bien
dado que a la pobreza
no has podido detener
Se te escapó de las manos
la Venezuela moderna,
estás gobernando ahora
una entelequia de patria
falsificada por ti y tarifados corifeos
No pueden resonar tambores,
las manos de Jara enterradas
en el campo del estadio
renacieron en cosecha,
señalándote sin tregua
como líder cruento y cruel
de la prisión maduriana
Con los miles de “tocones”
de los por ti masacrados,
desaparecidos, torturados,
prisioneros, fusilados,
tocarán redoblantes
para volver prontamente
a las avenidas liberadas
de los venezolanos
Desde allá, en su parnaso
tocará y cantará Víctor Jara
renovados himnos de vida,
enseñanzas del mañana
En dúo con Salvador
brindará en la “Peña de Los Jara”
por Venezuela salvada,
recuperada en el honor
Catia y el 23 de Enero,
La Pastora, El Junquito
reencontrarán la savia,
no serán mas proscritos
de la ciudad altanera
Saldrán del apartheid
regresando al bravo pueblo,
pueblo bravo de Caracas
capital líder, sin guetos
El Ateneo y el Poliedro,
Teatros Nacional y Municipal
recibirán flamantes
las voces consecuentes
y el abrazo solidario
de Inti Illimani y Quilapayún,
como conjuro final
de Víctor Jara y Salvador Allende





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