HAMBRE ROJA
- Paco Murillo Font
- 19 mar 2018
- 1 Min. de lectura
¡Ah! como hemos descendido
de un tirón traídos al averno
prontamente, sin aviso
el país convertido en tal infierno
Todo por el hambre plena,
sin hacer diferencias
alcanza absolutamente a los hogares
y nos hunde en la miseria
Somos vergüenza universal,
el hambre por las calles deambula
y el régimen con cinismo
calla, cree que la disimula
Se nota claramente
en los cuerpos enflaquecidos,
el pellejo se adhiere a los huesos
simulando estar pulidos
En reversa inesperada
nos situamos bajo en la escala,
la hambruna toca sin pausa
mutándonos en una nación famélica
Saltan los ojos en sus fosas,
parecen bailar ritmo canino
es el hambre que les llega al alma
haciéndoles arder el intestino
Muestra de la hambrazón infinita
es la increíble magia roja,
logrando aparecer en la chistera
muertos como una paradoja
Ante los oídos sordos de los rojos
se alzó la voz de la bulimia,
mostrando sumidos en escasez
incontables ávidas familias
Cerrando los ojos para no mirar
en tanto la gazuza elimina carne,
brotan las costillas como lanzas
dejando los huesos secos al aire
Pero nada de eso basta
para alimentar de sentimientos
a los hombres duros que nos rigen
y hagan humanitario pedimento
No se permiten eliminarla,
la hambruna cada vez más notoria
avanza por campos y ciudades
como jamás en nuestra historia
Se puso extrovertida la miseria
se manifiesta sin parar un tanto,
grita y delata a la patria roja
también rota, como por encanto
Rota, como las bolsas de basura
rescatadas con desespero por la gente
en las trastiendas y los basureros
de supermercados y restaurantes
Hurgan las talegas abiertas
buscando sobras de alimentos,
los rostros cadavéricos y mustios
de mis coterráneos casi muertos
Nos está acabando el hambre
sin distinguir clases sociales,
la gana mata pobres y ricos
sin diferenciaciones especiales
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